PRISIÓN POLÍTICA
Es mucho más que un acto de detención ilegal. Es una herramienta de opresión utilizada sistemáticamente por los regímenes autoritarios para sofocar la disidencia y perpetuar el control del poder.
En la que las personas presas políticas son señaladas, perseguidas, torturadas y detenidas ilegalmente, debido a sus opiniones, posturas políticas y por acciones no violentas que desafían al régimen en el poder.
ES UN FENÓMENO QUE SE REPITE.
El uso de la prisión política como herramienta de opresión, persecución y castigo no es un fenómeno nuevo. En América Latina y el Caribe, tenemos ejemplos históricos que incluyen la dictadura militar de Videla en Argentina, donde miles de personas fueron detenidas y desaparecidas por motivos políticos, así como en Chile durante el régimen de Pinochet, donde se cometieron numerosas violaciones a los derechos humanos. Y aun fuera de Latinoamérica y el Caribe, recordamos con dolor a España, donde bajo el régimen de Franco también se cometieron detenciones políticas y represión sistémica.
Hoy, la prisión política sigue siendo una cruel realidad en países como Cuba, Nicaragua y Venezuela. Donde estos regímenes autoritarios continúan utilizando tácticas represivas para silenciar a quienes se oponen a sus políticas, agudizando la grave situación de violación sistemática a los derechos humanos en sus países y creando inestabilidad en la región.
PRISIÓN POLÍTICA
Es mucho más que un acto de detención ilegal. Es una herramienta de opresión utilizada sistemáticamente por los regímenes autoritarios para sofocar la disidencia y perpetuar el control del poder.
En la que las personas presas políticas son señaladas, perseguidas, torturadas y detenidas ilegalmente, debido a sus opiniones, posturas políticas y por acciones no violentas que desafían al régimen en el poder.
ES UN FENÓMENO QUE SE REPITE.
El uso de la prisión política como herramienta de opresión, persecución y castigo no es un fenómeno nuevo. En América Latina y el Caribe, tenemos ejemplos históricos que incluyen la dictadura militar de Videla en Argentina, donde miles de personas fueron detenidas y desaparecidas por motivos políticos, así como en Chile durante el régimen de Pinochet, donde se cometieron numerosas violaciones a los derechos humanos. Y aun fuera de Latinoamérica y el Caribe, recordamos con dolor a España, donde bajo el régimen de Franco también se cometieron detenciones políticas y represión sistémica.
Hoy, la prisión política sigue siendo una cruel realidad en países como Cuba, Nicaragua y Venezuela. Donde estos regímenes autoritarios continúan utilizando tácticas represivas para silenciar a quienes se oponen a sus políticas, agudizando la grave situación de violación sistemática a los derechos humanos en sus países y creando inestabilidad en la región.